viernes, junio 22, 2007

Pyrophoitos

La Señora del Laberinto extravía sus pasos entre la carne. Ella, Destructora de la Luz, atisba al sol y calcina sus pupilas. Cómo abandonar el infierno, si lo lleva consigo a donde va, como el caracol a su caparazón, infectando todo de muerte? Ay! de Persephoneia, Reina del Inframundo, custodiando en las profundidades pecados ajenos, encadenada al destino que otros labraron, vagando en la oscuridad absoluta de una eterna noche sin estrellas.

A 36 ans, on commence à avoir une certaine expérience de la vie. On apprécie de pouvoir souffler un peu...